CLIMA Y MIGRACION

El 18 de junio 2008, será presentado al Parlamento Europeo un proyecto de Directiva sobre la detención y la expulsión de las personas extranjeras.
El proyecto de Directiva de Retorno, implica en si mismo la generalización de una política de encierro de los extranjeros que podría así convertirse en el modo normal de tratamiento y gestión de las poblaciones migrantes. Al establecer una prohibición de 5 años antes de volver a Europa para todas las personas expulsadas, este proyecto de Directiva estigmatiza a las personas sin papeles y los transforma en delincuentes que deben ser excluidos. Es así como asistimos en Bruselas a una huelga de hambre masiva de personas sin papeles. En la iglesia de Béguinage en el centro de la ciudad, en la iglesia Du St. Cure d’Ars en la comuna de Forest, 200 personas cuentan con 29 días sin comer este 5 de junio. Empleando así la huelga de hambre para hacerse escuchar y poder tener acceso a una legalización y no a una criminalización como lo señalan las directivas europeas.

En un mundo globalizado, es hora de comenzar a salir de visiones de estados nacionales y regiones. Ninguna directiva parará la migración actual que sobrepasa estos estados nacionales y regiones. Ninguna frontera detiene las consecuencias de los cambios climáticos.
Legalizando la discriminación y la “criminalizacion” solo se aumentara la tragedia que viven millones de persones en el mundo. Elegir la dirección de la disminución de la tragedia humana pedirá medidas que den respuesta a las raíces de los flujos migratorios y de los cambios climáticos. Se deberá entonces avanzar en la toma en cuenta real de la vida humana, del valor del ser humano frente a visiones que económicas.

Los cambios climáticos traerán consecuencias ya previsibles en el movimiento de flujos migratorios.
¿Cuantos refugiados climáticos debemos esperar en los próximos años? Sabiendo, por ejemplo:

- Que en ciertos países de Europa, como Bélgica, la renovación de viviendas individuales y edificios para adaptarse a normas de menos polución, necesitará de mano de obra inmigrante, según los datos que se tienen.
- Que la venta de sus cuotas de emisiones de CO2 por parte de países en desarrollo a países desarrollados, los condenan en un futuro próximo a la imposibilidad de desarrollarse teniendo en cuenta el gasto energético que esto conlleva. Esta situación aumentará la pobreza y dependencia y no cambiará los flujos actuales de movimiento de poblaciones hacia Europa, entre otros.
- El uso intensivo o exagerado de las mejores tierras de cultivo en los países del Sur para el cultivo de biocarburantes tendrá como consecuencia un aumento de la migración “del hambre”.

Los parlamentarios europeos tienen hoy una responsabilidad histórica: Elegir direcciones futuras respetuosas o no de las necesidades de todos los seres humanos y del valor de estos, concretizando en actos y directivas los propósitos humanistas de su Constitución.
Hoy y en el futuro llamamos a los/las parlamentarios europeos a actuar con conveniente responsabilidad global y de priorizar el ser humano como valor y preocupación central.

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